Hadas

En Ercleón la Naturaleza es una fuerza de tremenda importancia. Medas es una de las llegadas más veneradas por multitud de pueblos, el gigantesco bosque de Mirátego es la fortaleza natural del Imperio ebénico y los danariáticos que manipulan las artes animistas saben que esta es la fuente de su poder por lo que la estudian a profundidad y atención.

Los ebénicos y los miriatanos son conscientes de ello y por eso conviven con los animales veduh en el seno de los bosques, donde la propia vida se convierte en una aliada imprescindible. Sin embargo, la raza que más tiene en cuenta los poderes que la propia tierra, el agua y la naturaleza transmiten son las líferi, a las que vos conocéis con el nombre de hadas.

Las hadas de Ercleón son seres pequeños, de unos doce centímetros de media, provistas de alas en la espalda y, junto a los elfos y gigantes, son las criaturas más afines a la Danaria. Si de cada diez nacidos cuatro son sensibles a la conjuración, entre las hadas esa proporción se dispara a siete de cada diez. Incluso las que carezcan de la capacidad de invocar conjuros, podrán utilizar la transformación lifer, es decir, cambiar a un tamaño ordinario y perdiendo las alas.

Tal como sucede con otras especies, la fisionomía de las hadas varía de región a región, las hay pálidas, morenas, de piel oscura… Tienden a ser delgadas, de miradas penetrantes y suspicaces, ríen con ganas y son curiosas, aunque tímidas y cautas la primera vez que entran contacto con algo o alguien. Existen hados, pero los hombres son una minoría en esta especie y las mejores suelen ser las más diestras con la magia que da fama a toda la especie, por ello todo el mundo se refiere a ellas como hadas.

Hablando de magia, sus poderes consisten en la manipulación de la luz, con la cual se embadurnan en la oscuridad tanto por temas culturales como forma de comunicación. Sus proyectiles de energía mágica, el conjuro que usan con mayor frecuencia en el combate, pueden provocar serios daños en una persona si la disparan las suficientes veces… También son impresionantes a la hora de abrir portales. Se tiene registro de hadas capaces de abrir pequeñas puertas de tránsito incluso dentro de las barreras de protección, aunque estos solo tienen un uso individual y duran muy poco tiempo abiertos. También resultan casi infalibles a la hora de dormir o desorientar a un individuo mediante la magia y conocen casi todas las lenguas bestiales de los animales, en especial las de los pájaros. Otra habilidad con la que son muy capaces es con la telepatía. Las hadas son buenas hablando lenguas, pero, en muchas ocasiones, mantienen conversaciones enteras solo con la mente. Entre ellas, esta habilidad resulta muy útil, pues sus poderes hacen posible que las baterías que usan duren mucho más tiempo y sus mentes pueden soportar el constante intercambio de pensamientos e ideas. Con otras especies, esto resulta un poco más difícil porque las mentes de estas criaturas envían fuertes cargas energéticas que especies como los enanos, los humanos o los híbridos no toleran demasiado. Estas charlas telepáticas pueden dejar agotado a un individuo corriente y provocarle la sensación de que siguen escuchando sus voces en sus cabezas. Para terminar de destacar sus habilidades debemos tocar el tema de las visiones. Al igual que las ninfas o los centauros, las hadas tienen el peligroso pero peculiar talento de ver eventos futuros y recibir profecías a través de su telepatía. Por esta razón, un gran número de ellas habita en templos dedicados a la proclamación de augurios junto con las ninfas. Otro gran número de las mismas opera como reporteras e informantes de la red danariáticas a modo de previsoras contra ataques o posibles amenazas. Esta facultad no siempre resulta fiable y por eso muchos ejércitos importantes prefieren no recurrir a ellas. Lo más común es que las hadas trabajen como periodistas que difunden mucha información junto a las aves mediante sus señales telepáticas. Las lífer tienen como máximo objetivo proteger los bosques de Ercleón y a todos sus habitantes. Son amigas de casi todos los animales parlantes, aunque temen a los dinosaurios y a los dragones. Existe una casta guerrera llama Kálifer que sabe pelear con destreza tanto en su forma real como bajo la apariencia de la transformación lífer. Consideran a los ebénicos una especie de parientes menos mágicos y acostumbran a celebrar grandes fiestas con los miriatanos. Cuando hay algún pleito relacionando con la violación de las directrices de la Sagrada Ley, les gusta hacer de intermediarias. Por otro lado, un gran número de ellas ingresa en la Orden iali tanto para refinar sus dotes mágicas como para instruir a otros en el uso de la telepatía y la correcta interpretación de las profecías.

Quizás esta especie pase por alto al no ser los señoriales elfos, los orgullosos enanos o los valientes ebénicos, pero su influencia en Ercleón es grande y toman partido en un gran número de eventos de los cuales ni siquiera solemos ser conscientes…